sábado, 9 de mayo de 2015

REHENES DE LA PROVISIONALIDAD


Por José Raúl Ramírez Valencia 

Cultura de lo provisional, sociedad líquida, light, pensamiento débil, relativismo, son diferentes términos que identifican algunos rasgos de nuestra sociedad. Uno de los escenarios que más ha padecido la influencia de esta cultura ha sido la familia, empezando por el matrimonio, tema bien controvertido y confuso en la actualidad. Hoy, con poca precisión y reflexión se utilizan diferentes términos que se colocan en el podio donde solo debería estar el término matrimonio.

Estas son algunas expresiones utilizadas tanto por los medios de comunicación como por los ciudadanos de a pie: tengo una relación permanente, un compañero sentimental, una amiga incondicional, una pareja. Como se puede apreciar, no aparecen palabras como: matrimonio, esposa, cónyuge, marido, casados, ni mucho menos conceptos teológicos como alianza matrimonial. Pareciera ser que estas palabras hay que sacarlas y desenvolverlas del baúl de recuerdos de la abuelita. Incluso, hasta se podría afirmar que un sinnúmero de palabras son nuevas para un significativo grupo de jóvenes y otras tantas son desconocidas o vaciadas de su contenido entre un específico grupo de personas que a diario debaten el tema del matrimonio y de la familia como supuestos expertos en estos temas. 

Todo esto es manifestación de una cultura que a su base vive y motiva “relaciones” circunstanciales, ocasionales, fortuitas y situacionales. Sin duda alguna, el pensamiento débil del filósofo Gianni Vattimo y el concepto de provisionalidad que tanto ha atacado el Papa Francisco en sus mensajes está en la base de esta cultura. 

Hoy se parte de la idea de que todo es provisional, no solo las cosas, también las ideas y, por supuesto las personas, que conforman la familia. Así por ejemplo, los eslóganes de los productos del mercado, “úselo y bótelo”, “este producto vence tal fecha”, también se están aplicando a los principios y fundamentos. Si antes los valores morales como no matar, no robar, respetar a la mujer del prójimo… eran permanentes y universales, hoy según esta sociedad posmoderna, hay que interpretarlos conforme a las circunstancias o conveniencias personales. Por tanto, así como se hace el mercado de las cosas perecederas el fin de semana, también habrá que incluir en la canasta familiar las relaciones matrimoniales con fecha de vencimiento. En resumidas cuentas, pensamiento débil, vida líquida o light, quiere decir no “complicarnos la vida” con metas a largo plazo, solo inmediatas, puesto que es más práctico permanecer adolescentes sin responsabilidades que asumir compromisos definitivos. 

El hombre es diferente a los animales porque vive más allá de lo inmediato, su corazón necesita valores permanentes, dado que lo provisional no “libera la libertad”, más bien la priva de lo esencial como la capacidad de asumir compromisos permanentes y definitivos. Si la libertad no libera las decisiones de la provisionalidad el hombre se convierte en un prisionero de la incertidumbre, inseguridad y su status relacional siempre estará a la deriva y en los vaivenes de la “afectividad” sin ningún vínculo. 

Lo provisional no solo en el momento crea ambigüedad, confusión e incertidumbre, sino que también se proyecta en el futuro como una forma de lo permanente, por ende las relaciones de parejas en el tiempo estarán en la posición de rehenes de la provisionalidad. Ahora bien: ¿cómo evangelizar la provisionalidad?, ¿la inmediatez? ¿Será acogiendo el pensamiento débil? ¿Será que el evangelio es una cuestión ocasional? ¿circunstancial? ¿No será que tenemos necesidad de un lenguaje más preciso y más contundente en la evangelización? 

POSDATA: “Necesitamos rebelarnos contra la cultura de la provisionalidad, ir contra corriente” papa Francisco.

Artículo publicado en el periódico vida diocesana mes de mayo de 2015

2 comentarios:

  1. Buen artículo amigo, definitivamente la cultura actual tiene un problema serio de identidad. Hay una frase de Lacan que dice: "Loco es un individuo que se imagina que es Napoleón, siendo Napoleón", la identidad cultural puede caer en dos extremos: en olvidar sus valores relativizando sus tradiciones y viviendo una cultura de constante cambio y superflua, o quedandose estancada en una cultura tradicional que no admite cambio. En cualquiera de los dos casos me atreveria a decir que es una cultura loca, en comparación con la frase.

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  2. Buen dia, excelente articulo. Amigo es verdad la sociedad esta herida, es fragil, es vulnerable, no esta sujeta al ¿Por que? Y al ¿Para que?, fines utilitaristas arrojados en un mar de incertidumbres. Cabe decir que las circunstancias tienen una cognotacion que al igual que una sombrilla despeja dudas, y discrepa en todo; tambien el relativismo moral juega a no tener un limite etico solo se empodera de un lenguaje lleno de conformismos que se derivan de probabilidades veligerantes que solo responden a inmediatismos arrogantes, por ende en posible decir que el avion que un dia despego aun sigue en el aire de la pesada incertidumbre que apaga las esperanzas y arroja al hombre a moverse como un gusano en sus propios errores en palabras de Sartre "El hombre es una cuerda que se extiende hacia el abismo..." Por ultimo cabe preguntarse; ¿Aun las circuntancias pueden salvar o cuidar al hombre de sus infamias, despreocupaciones y por ultimo sin utopias de las cuales se podra empoderar de matarse el mismo?.

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