Por José Raúl Ramírez Valencia.
“Os ruego que andéis como pide la
vocación a la que habéis sido convocados.” Ef. 4, 1.
Esta es una expresión con la cual el apóstol
Pablo invita a los fieles de Éfeso a vivir de una manera auténtica y dinámica
la vocación. Cada uno de ustedes ha sido
llamado a ser maestro, lo cual indica de antemano que es un don que se ha
recibido; privilegio y desafío a la vez, dado que este don reclama una respuesta
exigente por parte de cada uno de ustedes. Ser maestro no es fácil, se es
maestro por vocación, no por función.