miércoles, 18 de marzo de 2015

DE LA CONVERSACIÓN A LA CONVERSIÓN


Por José Raúl Ramírez Valencia.

Cuando comienza el tiempo de cuaresma, uno de los tópicos que más aparecen en la palestra de los sermones de los ilustres predicadores es el de la conversión. ¿Qué sentido entraña? El tema del pecado, al igual que el de la conversión, ha entrado en descrédito. Algunos soberbios del poder y de la academia consideran que estas categorías solo se aplican a un tipo de población con características muy específicas, tales como la pobreza y la ignorancia, donde el pecado y la conversión solo están en la conciencia de personas de menor rango religioso y social.